jueves, 19 de enero de 2012


LA HISTORIA INCOMPLETA

En una noche oscura, la luna iluminaba el bosque, los grillos cantaban juntos con las ranas, y los murciélagos y búhos salían por sus presas. Sin embargo mi mente estaba concentrada en esconderme, no podían encontrarme, si llegara a saberse mi paradero sería el fin. Un sonido llamó mi atención e inmediatamente los pelos se me erizaron. Era un crujido de una rama pisada por un bárbaro de las salvajes tribus del sur, un explorador que venía rastreándome y al que seguían algunos guerreros bárbaros más para cazarme antes de
que le llevara un mensaje importantísimo a mi rey. Por suerte no habían mirado en mi dirección todavía, a si que, sin perder un segundo empecé a andar rápido pero sigilosamente en direccion al fin del bosque para desde alli ir a la capital de mi país pues debia entregarle el mensaje al rey urgentemente, puesto que en se explicaba el peligro que corría el reino. Algunas tribus de bárbaros semihumanos del sur se habian unificado bajo el mando de un misterioso profeta que en verdad era un noble de mi pais, que llevava tiempo planeando derrocar al rey y ponerse en su puesto, y ahora con la ayuda de las tribus barbaras estaba a punto de conseguirlo, seguí corriendo hacia el fin del bosque y cuando ya lo veía a lo lejos oí que los bárbaros venían corriendo en mi dirección. Yo había corrido sin hacer casi nada de ruido pero no había sido suficiente para que no me rastrearan. Empecé a correr mas deprisa , salí del bosque y llegue a una vía que conducía a la capital, seguí corriendo; la ciudad solo estaba a unos pocos kilómetros de allí. Los bárbaros me seguían pero como iban cargados con sus enormes armas y trozos de armaduras que les robaban a los caballeros a los que mataban en sus incursiones de saqueo no corrían muy rápido, así que llegue a ver a lo lejos las murallas de la ciudad. Los bárbaros aun estaban lejos pero yo estaba bastante cansado e iba perdiendo velocidad y cada vez estaban mas cerca de mi. Cuando estaba cerca del portal de la muralla me tropecé y caí al suelo . Uno de los bárbaros se me acercaba con la espada en la mano para ensartarme, pensaba que iba a morir, pero en el ultimo momento una flecha se clavo en el pecho del bárbaro mire hacia arriba y vi a un soldado en las almenas de la muralla con una ballesta en la mano que dio la alarma y enseguida acudieron mas ballesteros que rápidamente dispararon a los demás bárbaros que de inmediato huyeron. Después los soldados abrieron las puertas y así pude entrar y entregarle el mensaje al rey. Después me indicaron una habitación en la que podía quedarme a dormir como invitado y fui allí a dormir sabiendo que había salvado a mi reino.

Miguel Ángel H.G.

Narración creada por Miguel Ángel Hernández el 19 del 10 de 2011 durante el taller: "Dinámicas de grupo"

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